¿Grooming en escena? Sergio Mayer revela cómo “adoptó” a Bárbara Mori en sus inicios

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En una entrevista que, aunque data de hace años, vuelve a encender la polémica en redes sociales, el actor y exintegrante de Garibaldi, Sergio Mayer, contó detalles sobre el comienzo de su relación con la ahora reconocida Bárbara Mori. Lo que originalmente se dio en el ambiente desenfadado de un antro llamado Magic, hoy retumba con fuerza entre las críticas, al recordarse que la actriz, en ese entonces modelo o edecán, “apenas iba a cumplir 18”.

Mayer relató cómo conoció a Bárbara a través de un amigo en un ambiente de luces y música, y cómo, casi al instante, quedó cautivado por su belleza. “La conocí muy chiquitita y me encantó, estaba preciosa, divina. Ella era igualita a Sharon Stone, en aquel entonces le decíamos ‘La Sharon Stone’”, afirmó el actor, rememorando la admiración casi paternal que surgió en ese primer encuentro. Además, destacó la diferencia de edad de 10 años que los separaba, pues él tenía alrededor de 28 años cuando comenzaron a salir.

Pero la narración tomó un giro aún más polémico cuando Mayer admitió: “Me convertí en su papá porque ella tenía un problema muy grave con su papá, vivía sola, había tenido problemas de estar con él, ella quería ser actriz, entonces me convertí en su novio, en su papá; y cuando me dijo que quería ser actriz, le dije: ‘claro que sí’”. Esta declaración, especialmente la frase “me convertí en su papá”, ha sido interpretada por muchos internautas como una muestra de una dinámica de poder desigual que se acerca peligrosamente a lo que hoy se clasificaría como grooming.

Aunque ni Mayer ni Mori han vuelto a comentar sobre estas declaraciones en tiempos recientes, el debate se ha intensificado en un contexto cultural donde se revisitan y cuestionan las relaciones con desequilibrios de poder, especialmente cuando involucran a personas menores de edad. En redes sociales, los usuarios no han dudado en señalar lo problemático de esta narrativa, recordando que la cultura popular actual exige una mirada crítica sobre el consentimiento y las relaciones de poder en el entretenimiento.

La controversia reabierta invita a reflexionar no solo sobre la trayectoria de dos figuras mediáticas, sino sobre cómo ciertas historias, interpretadas en su momento como meras anécdotas de fama y glamour, pueden transformarse en ejemplos de conductas que hoy merecen ser cuestionadas y debatidas.