Un testimonio que ha estremecido las redes sociales salió a la luz en TikTok y tiene como protagonista al cantante español Alejandro Sanz. La joven Ivet Playá, quien en su momento se declaró fan del intérprete de Corazón Partío, rompió el silencio con un video en el que narra cómo lo que empezó como un sueño terminó convirtiéndose —según sus palabras— en una experiencia “humillante, dolorosa y profundamente perturbadora”.
Entre lágrimas, Ivet relata que tenía apenas 18 años cuando Sanz, entonces de 49, comenzó a mandarle mensajes privados, comentar sus fotos en redes y entablar un vínculo cada vez más cercano. Lo que al inicio parecía la atención especial de un ídolo hacia una seguidora devota, se transformó pronto en algo más íntimo y, con el tiempo, en una relación sexual.
La joven asegura que jamás lo acusa de haber cometido un delito, pero sí lo responsabiliza de haberla manipulado emocionalmente y de haber cruzado límites que ella considera “inmorales y deshumanizantes”. Con tan solo 19 años, Ivet dejó todo para seguir al cantante en sus conciertos por España. Incluso fue contratada por su equipo de trabajo, lo cual, lejos de marcar una nueva etapa profesional, intensificó lo que describe como una relación desequilibrada y devastadora.
“Pensé que estaba viviendo un sueño, uno de esos que se hacen realidad… pero fue una pesadilla disfrazada de cariño”, confiesa en el video viral. Agrega que hoy se siente “engañada, utilizada y sucia”, especialmente al imaginar que las conversaciones privadas que tuvo con Sanz pudieron haber sido vistas por otras personas.
“No es el qué, es el cómo sucedió”, afirma con voz quebrada, recalcando que cuenta esta historia no solo por la adolescente que fue, sino por la mujer que es ahora. “Sanz sabía que yo era una niña, pero aún así cruzó todas las líneas”, sentenció.
En sus declaraciones, Ivet advierte también sobre el peligro de idealizar a figuras públicas. “Alejandro se comportaba como alguien que cree estar por encima del bien y del mal… y eso es peligrosísimo”.
Aunque el artista no ha emitido ningún comunicado al respecto, las redes ya están divididas entre quienes respaldan el testimonio de la joven y quienes defienden al cantautor. Lo que es un hecho es que esta revelación ya ha abierto una conversación incómoda pero necesaria: ¿cuándo el carisma de una figura pública se convierte en poder mal ejercido?
La historia apenas comienza, pero la frase final de Ivet retumba con fuerza: “Tarde o temprano, la verdad siempre sale a la luz”.
