La cuarta expulsión de La Casa de los Famosos México dejó a Priscila Valverde fuera del reality, pero no en silencio. La modelo salió este domingo 24 de agosto tras medirse en la placa contra Alexis Ayala, Mariana Botas, Dalílah Polanco, Mar Contreras, “El Guana” y Abelino. Con su partida, el cuarto Día se tambalea aún más después de haber perdido a Ninel Conde, su integrante más polémica.
Sin embargo, más que la eliminación, lo que encendió la conversación fue el “priscilalalala” que Alexis Ayala le lanzó en su cara durante los posicionamientos. Una frase aparentemente improvisada, con tonadita burlona incluida, que se volvió tendencia y dividió a la audiencia: ¿ocurrencia graciosa o humillación gratuita?
El momento incómodo
En plena dinámica, Priscila encaró a Ayala asegurando que movía a sus compañeros como “peones” y que no tenía interés en formar lazos con él dentro de la casa. La respuesta del actor fue tan inesperada como provocadora: un coro de “la, la, la” que hizo estallar a las redes. Para algunos fue un intento de ridiculizarla, para otros, un ejemplo del colmillo sarcástico con el que el veterano maneja sus pleitos.
La reacción inmediata
Dentro de la casa, el comentario no pasó inadvertido. Facundo cuestionó a Alexis por lo que consideró una forma disfrazada de llamarla “tonta”. Ayala, visiblemente molesto, negó cualquier intención ofensiva y defendió su “lalala” como un simple recurso para restarle importancia al ataque.
Priscila, ya expulsada, fue mucho más clara: calificó a Ayala como “el villano de la temporada” y tachó su actitud de grosera y soberbia.
Redes encendidas
Lo que sí quedó claro es que el “priscilalalala” salió de la casa para instalarse en Internet. En cuestión de horas, la palabra se volvió tendencia en X, dio pie a memes, playlists y hasta comparaciones con la Sonora Dinamita. El público se dividió entre quienes celebraron la chispa de Ayala y quienes lo señalaron por “minimizar a una mujer al aire”.
En conclusión: Priscila se fue, pero su eco musicalizado quedó como marca de agua de la temporada. En un reality donde hasta un “lalala” puede generar guerra de bandos, el drama está más vivo que nunca.
