Aunque muchos la recuerdan por sus escenas de adrenalina, chaquetas de cuero y una banda sonora inolvidable, Top Gun —tanto la original como su secuela Maverick— ha sido señalada más de una vez como algo más que simple entretenimiento: una herramienta de propaganda militar que pinta la guerra como heroica, limpia y hasta deseable.
Desde su estreno en 1986, la película dirigida por Tony Scott y protagonizada por Tom Cruise se convirtió en un fenómeno cultural… y en un gancho para jóvenes interesados en enlistarse en la Marina. ¿Casualidad? No tanto. La producción recibió apoyo directo del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que no solo prestó aviones y portaaviones, sino también personal técnico para que todo luciera impecable… y patriótico.

Y aunque la secuela, Top Gun: Maverick (2022), se vendió como una joya tecnológica que nos mete “en la cabina” de un piloto de combate, las críticas no tardaron en resurgir: ¿realmente estamos viendo una película de acción o una versión modernizada del reclutamiento militar disfrazado?
El legendario director Oliver Stone, ganador del Oscar y veterano de Vietnam, la calificó en 1988 como “una película fascista”, acusándola de vender una visión “limpia” y romántica de la guerra. “Nadie en la película menciona que acaba de comenzar la Tercera Guerra Mundial”, ironizó.
En 2011, el Washington Post publicó un artículo del periodista David Sirota que reforzaba esta visión: Top Gun no solo cambió el cine de acción, creó el molde para una alianza peligrosa entre Hollywood y el complejo militar estadounidense, mismo que luego replicaron títulos como Pearl Harbor, Armageddon y La batalla de Los Ángeles.
¿Y qué dice Tom Cruise al respecto? Aunque en su momento se negó a hacer una secuela por considerar que sería “irresponsable”, en una entrevista de 1990 con Playboy admitió:
“Muchos niños amaron Top Gun, pero quiero que sepan que la guerra no es así”.
Treinta años después, cambió de opinión… porque “la tecnología evolucionó”.
Curiosamente, no solo volvió al papel, sino que fue premiado por la Marina de Estados Unidos. En 2023, recibió el Premio al Servicio Público Distinguido, nada menos que de manos del secretario de la Armada, Carlos del Toro, quien lo nombró el 36° Aviador Naval Honorario. Según el funcionario, Cruise ha ayudado a generar “conciencia y aprecio” por las fuerzas armadas.
