Redacción
EEUU.- Cuando habla de la posibilidad de buscar un tercer mandato en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó en claro que “no bromea”.
Así lo manifestó domingo, cuándo el presidente Donald Trump dijo a NBC News que “no bromeaba” sobre esa posibilidad y sugirió que existían “métodos” para eludir el límite de dos mandatos establecido en la Constitución.
Por cierto que en sus extensas declaraciones al programa Meet the Press, Trump además comentó a la presentadora del programa, Kristen Welker, que: “Mucha gente quiere que lo haga”, y agregó: “Pero tenemos… Mi pensamiento es que tenemos un largo camino por recorrer. Estoy centrado en lo actual”.
Ee relevante apuntar que cualquier intento de aspirar a un tercer mandato iría en contra de la 22.ª Enmienda, que empieza así: “Ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces”.
Y el domingo, tras la publicación de la entrevista, la Casa Blanca reiteró el argumento de Trump de que estaba centrado en su actual mandato, y añadió que era “demasiado pronto para pensar” en la idea.
En este sentido Steven Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca, en un comunicado dijo: “Los estadounidenses aprueban y apoyan abrumadoramente al presidente Trump y sus políticas de Estados Unidos Primero”, y agregó que Trump estaba centrado en “deshacer todo el daño” hecho por el gobierno de Joe Biden y en “Hacer a Estados Unidos grande otra vez”.
Debemos apuntar que Trump ha reflexionado a menudo sobre la idea de un tercer mandato, sobre todo en mítines y discursos que han deleitado a sus partidarios, aunque a menudo lo ha tratado más como un aparte humorístico.
Aunque en esta entrevista fue la primera vez que Trump indicó que estaba considerando seriamente la idea, que sus aliados han seguido amplificando; ya se ha comparado a sí mismo con un rey, ha mostrado afinidad por los líderes autocráticos y ha exhibido tácticas de gobierno que expertos constitucionales e historiadores han comparado con el autoritarismo.
Y es que 3 días después de que Trump jurara el cargo por segunda vez, el representante Andy Ogles, de Tennessee, propuso una enmienda a la Constitución que haría a Trump elegible para un tercer mandato.
Medida que sería extraordinariamente difícil: las enmiendas constitucionales requieren la aprobación de dos tercios de los votos del Congreso y, a continuación, la ratificación de tres cuartas partes de los estados.
Aunque en la entrevista, Welker señaló que le había oído bromear varias veces sobre la posibilidad de un tercer mandato, a lo que Trump dejó claro que lo consideraba una posibilidad real; y mencionó: “No, no estoy bromeando”, insistiendo: “No estoy bromeando”.
En seguida a la pregunta de si le habían presentado planes, Trump dijo que no, pero añadió que había “métodos para hacerlo”; tras lo que Welker sugirió una posibilidad: que el vicepresidente JD Vance encabezara la candidatura en 2028, solo para pasar el cargo a Trump después de ganar, a lo que Trump reconoció que “esa es una” forma en que podría ocurrir; y abundó: “Pero también hay otras”, añadiendo: “Hay otras”, aunque Trump no quiso decir cuáles podrían ser.
*Con información de The New York Times.
