Más de 22 mil personas abarrotaron el Centro de la ciudad para disfrutar del tradicional Desfile de Calaveras, que este año celebró su edición número 31 bajo el lema “Grabados y Garabatos”, un homenaje lleno de color y orgullo a la genialidad del grabador José Guadalupe Posada, creador de la inmortal Catrina.
Encabezado por la gobernadora Tere Jiménez, el desfile se convirtió en un espectáculo monumental donde el arte, la tradición y la identidad mexicana se mezclaron con la energía del público. Entre música, danza y aplausos, 15 enormes figuras alegóricas —de hasta 12 metros de altura— recorrieron las calles representando la vida, la muerte y el alma festiva del pueblo hidrocálido.
Catrinas, diablitos, toritos y hasta un tren de huesos desfilaron ante miles de cámaras, iluminando la noche con creatividad local: carpinteros, pintores, escultores y bailarines dieron forma a un recorrido que rindió tributo a las raíces de Aguascalientes.
El evento contó con la participación de 36 comparsas de escuelas, municipios, academias y marching bands que llenaron de ritmo y folclor cada rincón del centro histórico. Todo bajo un ambiente seguro, gracias al trabajo coordinado de Protección Civil, Seguridad Pública y los grupos especiales del estado, que garantizaron un saldo blanco.
El broche de oro lo puso un espectáculo de pirotecnia que pintó el cielo de colores, sellando una noche mágica donde la vida y la muerte se tomaron de la mano para recordarle al mundo que en Aguascalientes, la tradición no muere… simplemente se luce con estilo.









































