Alicia Villarreal ha roto el silencio sobre la pesadilla que vivió en su matrimonio con Cruz Martínez. Luego de más de 20 años juntos y dos hijos en común, la cantante ha revelado que fue víctima de violencia doméstica por parte del músico, motivo por el cual decidió poner fin a su relación y tomar acciones legales en su contra.
En un inicio, la separación anunciada en septiembre de 2024 parecía haberse dado en buenos términos, pero en febrero de 2025, la intérprete de Te quedó grande la yegua dio a conocer que había sufrido agresiones físicas y que incluso tuvo que presentar una denuncia ante las autoridades. Como medida de protección, la cantante obtuvo una orden de restricción contra su expareja.
La agresión que la llevó al límite
Uno de los episodios más alarmantes ocurrió la madrugada de un domingo, previo a un concierto en Michoacán. Según relató Villarreal en entrevista con Alan Tacher, la situación con Cruz Martínez se tornó tan peligrosa que tuvo que salir de su hogar de inmediato, sin llevar consigo dinero ni pertenencias, únicamente con la camioneta de su hija.
La artista confesó que en ese momento sintió un miedo paralizante, no solo por su seguridad, sino también por la de sus hijos, quienes quedaron en casa sin conocer el verdadero peligro al que ella se enfrentaba. “No era una simple pelea ni una discusión más. Era mi vida la que estaba en riesgo”, expresó con angustia.
El llamado de auxilio en pleno concierto
Alicia Villarreal relató que, a pesar del pánico y la incertidumbre, decidió cumplir con su presentación en Michoacán, aunque su alma estaba rota por dentro. En medio del show, la cantante realizó una señal de auxilio con su mano, un gesto reconocido internacionalmente para pedir ayuda en casos de violencia doméstica.
“En ese momento, mientras cantaba, me venía a la mente lo que había vivido horas antes. Recordé que había visto en redes que algunas personas hacían esa seña para pedir ayuda, pero no tenía idea de qué tanto iba a provocar”, mencionó.
Más tarde, la cantante acudió a un hospital para recibir atención médica y, desde ahí, interpuso una denuncia formal. Sin embargo, se encontró con un proceso burocrático que la desesperó: “Me dijeron que tardaría al menos cinco días en avanzar, quizás más. Me pareció una locura”.
Comprometida con su bienestar y el de otras mujeres
Alicia Villarreal también reveló que esta no era la primera vez que sufría agresiones, aunque nunca habían llegado a ese grado de violencia. Por ello, tomó la firme decisión de poner límites y velar por su seguridad. “Yo no me lo merezco. Ninguna mujer lo merece. Ninguna persona lo merece”, afirmó con determinación.
Finalmente, la cantante confesó que el peor pensamiento que tuvo fue imaginar a sus hijos llorándole sin saber qué había pasado con su madre. Consciente del impacto de su testimonio, Alicia Villarreal ha dejado claro que no se quedará callada y que está dispuesta a seguir adelante, no solo por ella, sino también por todas las mujeres que atraviesan situaciones similares.
