El universo musical volvió a girar alrededor de Bad Bunny, y esta vez ni los siglos lo pueden alcanzar.
La revista Billboard acaba de nombrarlo como el artista latino más exitoso del primer cuarto del siglo XXI (aunque en un lapsus histórico lo ubicaron en el XIX). Pero error de calendario aparte, nadie puede negar que Benito está viviendo su época dorada.
El puertorriqueño, con su sexto disco “Debí Tirar Más Fotos”, ha dominado los charts, Spotify y hasta la economía de su país. Su residencia de 31 conciertos en Puerto Rico generó nada menos que 713 millones de dólares en impacto económico. Y como si fuera poco, el mundo lo verá brillar el 8 de febrero de 2026 en el Show de Medio Tiempo del Super Bowl LX.

Con 14 temas que alcanzaron el número uno en la lista Hot Latin Songs de Billboard, Bad Bunny se adueñó del podio como el artista latino más influyente y exitoso de estos primeros 25 años del siglo. Su reinado comenzó a consolidarse desde 2018, y desde entonces, no ha habido quien lo baje del trono.
Detrás del Conejo Malo, el segundo lugar lo ocupa Romeo Santos, el eterno “Rey de la Bachata”, que además aparece doblemente en el conteo gracias a su grupo Aventura, en el puesto número ocho. En el tercer lugar se encuentra Daddy Yankee, el “Big Boss” que llevó el reguetón a la historia con “Gasolina”, la única canción del género preservada por la Biblioteca del Congreso de EE. UU.
El cuarto sitio pertenece a Enrique Iglesias, quien aún mantiene su estatus de ícono gracias a sus álbumes Euphoria y Sex & Love, mientras que Marco Antonio Solís, el eterno “Buki”, cierra el Top 5 tras más de cinco décadas de carrera impecable y una colaboración reciente con Karol G que conquistó nuevas generaciones.
El resto del Top 10 no se queda atrás: J Balvin (6), Shakira (7), Aventura (8), Juanes (9) y Ozuna (10) completan la lista de las figuras que han definido el sonido latino de este siglo.
En resumen: Billboard podrá confundirse de siglo, pero Bad Bunny está haciendo historia en el suyo… y probablemente también en el próximo.
