Se calentó la vecindad… y esta vez no fue Don Ramón con la renta. Carlos Villagrán, mejor conocido como Quico, tronó —pero con elegancia— tras ver cómo fue borrado, ignorado y hasta mal retratado en “Sin querer queriendo”, la bioserie sobre Roberto Gómez Bolaños.
Porque sí, mientras unos se pelean por saber qué tanto se parecerá el actor a Chespirito, Villagrán tiene claro que lo dejaron fuera como si nunca hubiera inflado los cachetes en la vecindad. ¿Y qué hizo? Se puso el sombrero de la dignidad y, con un toque de veneno, mandó el mensaje:
“No he visto la serie, no hablo del tema… pero les deseo que les vaya muy bien, tienen que ganarle a la de Luis Miguel y todas esas…”
Traducción libre: “No la vi, pero ya sé que van a hablar pestes de mí y me vale tres cachetadas del Señor Barriga”.
Lo que más arde es que la serie retrata a Quico como el villano, el que traicionó al equipo y se quiso adueñar del personaje. ¿Y Villagrán qué dice? Que no lo llamaron, no le avisaron y, para ser sinceros, tampoco tenía ganas de ir a que lo sentenciaran en horario estelar.
“No tengo relación con la familia de Chespirito, no estoy peleado con nadie… pero tampoco me interesa arreglar nada”.
Y aunque muchos creyeron que armaría su propia bioserie para “contar su verdad”, él dejó claro que no va por ahí.
¿Qué va a andar haciendo una bioserie si con suerte ya se acuerda dónde dejó la gorra de Quico?
Eso sí, no se quedó sin el último golpe:
“Sé quién soy y sé dónde estoy parado. Lo que digan no me afecta. A mí me importa mi familia, no el chisme”.
A sus 81 años, Villagrán se despide de los pleitos y del personaje que lo hizo famoso, pero no sin antes recordarnos que mientras él regalaba carcajadas, otros firmaban contratos. Y sí, ya no está para andar haciendo pucheros en el patio, pero tampoco se va a dejar pisotear por una versión televisada donde él es el malo del cuento.
