Conoce cómo los aranceles de Trump a Canadá y México afectarán

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Redacción

EEUU.- El sábado podría aumentar el precio de todo, desde la gasolina y las camionetas pickup hasta la salsa de guacamole para la fiesta del Super Bowl de aplicarse el impuesto del 25% que el presidente Donald Trump planea a las importaciones de Canadá y México.

Y no solo eso pues los aranceles también darían pie a represalias, en este sentido Doug Ford, el primer ministro de Ontario, ya ha prometido contraatacar retirando el alcohol estadounidense de los estantes de las tiendas de la provincia canadiense, lo que no es una amenaza vana, ya que Canadá es el segundo mercado mundial de bebidas destiladas estadounidenses, detrás de la Unión Europea, integrada por 27 países.

Aunado a ello los aranceles de Trump amenazan con hacer estallar el acuerdo comercial que él mismo negoció con los vecinos de Estados Unidos durante su primer mandato, y es que su acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá “el acuerdo comercial más justo, más equilibrado y más beneficioso que hayamos firmado jamás”, según declaró alguna vez Trump, supuestamente aportaría previsibilidad al comercio norteamericano y daría a las empresas la confianza para realizar inversiones.

Aunque cuando se trata del autoproclamado “hombre de los aranceles”, Trump, y su pasión por imponer impuestos a los productos extranjeros, nada es predecible y nada está realmente resuelto; de lo que Scott Lincicome, analista comercial del libertario Cato Institute dijo: “Los aranceles a esos niveles y en ese alcance destruirían efectivamente el acuerdo que el propio Trump negoció y del que siempre se jacta”.

El presidente Trump dice que los impuestos del 25% están diseñados para presionar a los dos vecinos de Estados Unidos a hacer más para detener el flujo de inmigrantes indocumentados y fentanilo a Estados Unidos.

Trump presionó a México y Canadá para que aceptaran el T-MEC hace cinco años, en parte para reducir el gran déficit comercial de Estados Unidos, la brecha entre lo que el país vende y lo que compra, pero el déficit de Estados Unidos en el comercio de bienes con México se ha ampliado de 106 mil millones de dólares en 2019 a 161 mil millones de dólares en 2023, el último año completo para el que hay cifras disponibles, lo que se debe en parte a que México ha reemplazado a China, atrapada en una guerra comercial en curso con Estados Unidos, como fuente de muchas importaciones estadounidenses: muebles, textiles, zapatos, computadoras portátiles y servidores informáticos.

Mientras que la brecha comercial de bienes con Canadá también se ha disparado: de 31.000 millones de dólares en 2019 a 72.000 millones de dólares en 2023, el déficit refleja en gran medida las importaciones estadounidenses de energía canadiense, de modo que “El T-MEC no ha cumplido con los objetivos que Trump se había propuesto. Nuestro déficit comercial con Canadá y México es considerablemente mayor que antes”, dijo Lori Wallach, directora del programa Rethink Trade del American Economic Liberties Project y crítica de larga data de los pactos de libre comercio de Estados Unidos. “Muchos empleos se han trasladado a México desde el T-MEC”.

Los aranceles del 25% amenazantes están causando malestar en las salas de juntas corporativas, ya que si Trump sigue adelante con su amenaza, los aranceles aumentarían de 1.300 millones de dólares a 132.000 millones de dólares al año para las importaciones de México a Estados Unidos y de 440 millones de dólares a 107.000 millones de dólares para las de Canadá, según la firma de consultoría e impuestos PwC.

Los funcionarios de la administración Trump también dicen que los críticos de los posibles aranceles no deberían verlos de forma aislada, argumentando que sus otras políticas, incluida la reducción de impuestos y la flexibilización de las regulaciones, fortalecerán la economía.

Las empresas se están preparando a toda prisa. Algunas compraron productos y los enviaron a Estados Unidos con antelación para evitar los aranceles. Otras están calculando qué parte del coste pueden trasladar a sus clientes. “Desafortunadamente, afectará a muchos consumidores”, dijo Dave Evans, cofundador y director ejecutivo de Fictiv, una empresa de San Francisco que ayuda a los clientes a gestionar sus cadenas de suministro de plásticos y metales. “Vimos esto en su primer mandato. Las empresas no absorben por completo los aranceles”.

*Con información de AP.