El drama entre Cruz Martínez y Alicia Villarreal subió de intensidad después de que el músico fuera vinculado a proceso por presunta violencia familiar, una resolución que permite a las autoridades seguir investigando el caso durante los próximos dos meses. Aunque los delitos de robo y tentativa de feminicidio quedaron descartados, el señalamiento por violencia familiar mantiene al fundador de Kumbia Kings en la mira y desató una tormenta mediática.
Tras salir de la audiencia en Nuevo León, Cruz enfrentó a la prensa y soltó un mensaje que dejó helados a muchos: “Que sea feliz”, dijo cuando le preguntaron qué le diría a Alicia. También insistió en que sigue siendo inocente y que confía en que la justicia pondrá todo en su lugar. Aseguró que jamás pensó recibir tanto apoyo de la gente, incluso de quienes no conoce, y que no busca pelear públicamente.

Pero el panorama cambió cuando Alicia Villarreal apareció en conferencia de prensa, visiblemente firme y con declaraciones que cimbraron al público. La cantante reveló que tanto ella como su familia han recibido amenazas y exigió que las investigaciones se amplíen. Aseguró que está enfocada en proteger a los suyos y dejó claro que este proceso no ha sido nada sencillo: “Tengo una historia que no hubiera querido vivir”, confesó.

La intérprete de “Te quedó grande la yegua” lanzó una frase que rápidamente se volvió tendencia: “Gracias a Dios estoy viva, porque pudo haber pasado otra cosa”. Con eso, dejó ver que lo ocurrido habría sido más grave de lo que se conocía públicamente. También dijo que, si algo tenía que reconocerle a Cruz, era haberle dado el divorcio… y la libertad.
Mientras el músico debe cumplir medidas cautelares —incluyendo mantenerse alejado de Alicia y acudir a firmar cada 15 días—, el caso continúa avanzando. La única acusación activa es la de violencia familiar, misma que será analizada a fondo durante el tiempo restante. Alicia, por su parte, no piensa quitar el dedo del renglón y dejó claro que seguirá hasta que la justicia llegue al fondo.
Lo único seguro es que esta historia está lejos de su capítulo final… y que cada nueva declaración enciende más el incendio mediático.
















