Demi Moore acaba de hacer lo impensable en un mundo que suele coronar juventud sobre experiencia: a sus 62 años, fue nombrada “La Mujer Más Bella del Mundo” por la revista People. Y no, no es una broma ni un premio a la trayectoria. Es una declaración de guerra a los estereotipos que dominan Hollywood… y las redes sociales.
La estrella de La sustancia no solo luce mejor que nunca, también piensa mejor que nunca. En una entrevista con People, Demi habló de cómo ha dejado atrás la tortura de los entrenamientos extremos y las dietas infames que marcaron los años noventa. “Ahora se trata mucho más de mi salud y bienestar general”, confesó. ¿Belleza? Sí, pero desde la plenitud y no desde el castigo.
Durante décadas, Demi fue un símbolo sexual, una cara bonita, una figura envidiable. Pero hoy su belleza viene con historia, cicatrices y lecciones. Ya no corre detrás de la perfección física; ahora camina —con toda la calma del mundo— hacia una vida más consciente, más libre, más real.
Y como si eso no bastara, también se ha convertido en una rebelde del estilismo: ha defendido públicamente su melena larga, desafiando ese cliché que dice que después de cierta edad, las mujeres “ya no deberían”. Spoiler: Demi no pide permiso. Ni a los 30, ni a los 62.
Madre de tres hijas, actriz de culto y ahora ícono del age pride, Demi Moore está redefiniendo lo que significa envejecer en Hollywood. Su mensaje es claro: no necesitas tener 25 para ser un bombón, ni mucho menos para sentirte en tu mejor versión
Así que sí, 2025 es el año en que Demi Moore le pasó por encima a los filtros de Instagram, a los algoritmos y a las expectativas. Y lo hizo siendo ella. Más bella que nunca… y más peligrosa para los estándares obsoletos.
