Desafiando la prohibición del Orgullo de Viktor Orbán, multitudes se congregan en Budapest

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Redacción
Budapest.- Para la 30ª marcha anual del Orgullo, grandes multitudes se congregaron en Budapest, bajo el resplandor de las banderas arcoíris y entre gritos desafiantes, en un evento que este año se presenta como una celebración y una protesta a la vez.
Resalta que los manifestantes recorrieron la capital portando carteles con la leyenda “Solidaridad con el Orgullo de Budapest”, ondeando además pancartas con ilustraciones tachadas del primer ministro Viktor Orbán.
Desde el centro histórico de la ciudad hasta las calles ribereñas, la procesión creció en número y ruido, reclamando el espacio público ante una ley diseñada para expulsarlos; siendo de llamar la atención que la marcha se desarrolló como un desafío abierto a la prohibición policial impuesta a principios de este año en virtud de una nueva y amplia legislación que prohíbe los eventos LGBTQ+ en todo el país.
Para el desfile grandes multitudes acudieron a la ciudad, muchos de ellos con pancartas caseras. Un cartel decía: “Las personas transgénero son una bendición en esta tierra”, mientras que otro decía “Orgullosos. Unidos. Iguales en todos los rincones de la UE”.
Por cierto que se esperaba que al menos 70 miembros del Parlamento Europeo se unieran a la procesión, según informaron las autoridades a CNN en mayo.
Por su parte eurodiputada neerlandesa del grupo político “Verdes/Alianza Libre Europea” del parlamento, Van Sparrentak, declaró a CNN que asistirá al Orgullo de Budapest para “apoyar a la comunidad LGBTIQ+ en Hungría, para que sepan que no están solos y para ser visibles como comunidad”.
Subrayando que: “El Orgullo es una protesta, y si Orbán puede prohibir el Orgullo de Budapest sin consecuencias, cualquier Orgullo está a una elección de ser prohibido”.
Es relevante recordar que en marzo, los legisladores húngaros aprobaron una ley que prohíbe los eventos del Orgullo y permite el uso de tecnología de reconocimiento facial para identificar a los participantes; medidas que, según los activistas, son ilegales y forman parte de una ofensiva más amplia contra la comunidad LGBTQ+.
Prohibición que Orbán celebró ya que, según él, impediría las reuniones que “violen las leyes de protección infantil”. Su Gobierno ha impulsado una agenda marcadamente cristiana y conservadora.
Se debe mencionar que la prohibición provocó enérgicas protestas en Budapest en marzo, por lo que los organizadores de la marcha del Orgullo de la ciudad se comprometieron a sostener el festival anual a pesar de la nueva ley y declararon: “Lucharemos contra esta nueva prohibición fascista”.
Finalmente destaca que la petición que exige a la policía que rechace la prohibición ha reunido más de 120 mil firmas en 73 países, instando a las autoridades a “rechazar esta ley injusta”, considerada la primera de este tipo en la historia reciente de la Unión Europea y a garantizar que la marcha se desarrolle “sin obstáculos y de forma pacífica, libre de discriminación, acoso, miedo o violencia”.

*Información de CNN.