El drama entre Paulina Rubio y su ex, Nicolás Vallejo-Nágera, mejor conocido como Colate, subió de tono esta semana y no precisamente por una declaración… sino porque su hijo, Andrea Nicolás, fue detenido temporalmente en el aeropuerto de Madrid tras aterrizar sin compañía desde Miami.
Según reveló Ventaneando, el adolescente tenía planeado asistir a un campamento de verano en España. Sin embargo, al pisar suelo europeo, lo esperaban no monitores ni amigos, sino oficiales de migración que, al notar que viajaba solo, decidieron frenar su ingreso y revisar a fondo sus papeles.

La periodista Rosario Murrieta detalló que el menor pasó por un momento tenso cuando las autoridades comenzaron a interrogarlo sobre su identidad, nacionalidad y los permisos necesarios para entrar sin acompañantes. Aunque hay un acuerdo legal que permite al chico viajar a España en vacaciones, algo en la documentación encendió las alarmas.
“Querían saber de quién era hijo, por qué viajaba sin adulto, cuál era su nacionalidad, a qué venía… fue una situación muy estresante”, narró Murrieta durante la emisión.
¿Campamento o conflicto internacional?
Hasta ahora no se ha confirmado si el menor logró llegar al campamento o si permanece bajo supervisión. Pero lo que sí se sabe es que este episodio sucede justo después de que una jueza en Estados Unidos le otorgara a Colate la custodia de Andrea durante el verano.
Y por supuesto, Colate no perdió la oportunidad de presumir su victoria legal ante las cámaras de Europa Press TV: “Estoy muy contento, muy feliz de estar aquí”, soltó con una sonrisa discreta y sin muchos detalles.
Paulina responde y acusa manipulación
Del otro lado de la historia, Paulina Rubio no se quedó callada. En varias entrevistas recientes, la cantante ha expresado su preocupación y aseguró que su hijo está “privado de su libertad” desde el pasado 5 de junio, justo después de su graduación, y que desde entonces no ha podido tener contacto pleno con él.
Pero lo más fuerte vino cuando sugirió que el menor ha sido “alineado” y “programado” —palabras que en el contexto del conflicto apuntan a una posible manipulación emocional por parte de Colate.
Así, mientras el menor enfrenta interrogatorios en migración, sus padres siguen enfrentados en tribunales y ante los medios. Lo que comenzó como un viaje de verano, terminó convertido en un nuevo capítulo del pleito más desgastante (y público) de la Chica Dorada.
