Dulce María rompió el silencio y, aunque con diplomacia, dejó entrever que no todo es miel sobre hojuelas en el universo RBD. Durante un evento reciente donde coincidió con Christian Chávez, los reporteros notaron un frío distanciamiento cuando él se negó a hablar tras escuchar los nombres de Anahí y Dulce, lo que encendió las alarmas de los fans sobre una posible ruptura interna en la banda.
Cuando se le cuestionó sobre esta evidente tensión, Dulce fue cautelosa pero honesta:
“No sé qué haya pasado, no suele ser así… pero ahora sí que, ¿qué te digo? Apenas y puedo hablar por mí.” Una frase que, para muchos, confirmó lo que se viene rumorando desde hace meses: hay grietas en la hermandad rebelde.
Sobre una posible división entre los integrantes, la actriz fue clara:
“Cada cabeza es un mundo, y cada quien ha vivido esto de forma diferente desde hace 20 años. Yo estoy en paz con quien quiera estar en paz conmigo.” Una declaración que, si bien evita confrontaciones directas, deja la puerta abierta a interpretaciones nada amigables.
En contraste, Dulce habló con cariño del cumpleaños de Anahí, al que asistió junto a Carlos Rivera, asegurando que fue un momento bonito para honrar su historia y celebrar a una persona que “quiere mucho”. Pero el ambiente entre todos los exRBD claramente no es tan armonioso.
Uno de los temas más esperados por los fans, el documental de la gira, también está en pausa. Y no por falta de material.
“Se grabaron imágenes, pero el documental no está terminado. Se quedó a medias, como muchas cosas…”, confesó con cierta resignación. En cuanto al concierto en vivo grabado, sí está listo, pero hay trabas: “Nos lo entregaron hace un mes, pero no hay acuerdo, no hay respuestas. Por eso no ha salido.”
Finalmente, ante la gran pregunta de si volveremos a ver a los cinco RBD reunidos de nuevo, Dulce no cerró la puerta, pero tampoco prometió nada:
“Nada es imposible, ojalá. Soy de son de paz, pero a veces el tiempo tiene que acomodar las cosas.”
¿Será el principio del fin o solo una pausa en el camino? Lo que está claro es que, aunque los fans siguen soñando con un regreso triunfal, en el backstage de RBD las cosas están más tensas que nunca.
