Si hay algo que Eduin Caz nos ha dejado claro, es que cuando está sobre el escenario las reglas no aplican. Y así lo demostró durante el cierre del festival “Órale Wey!” en Bogotá, donde Grupo Firme era el acto estelar. Lo que iba como una fiesta monumental terminó en acto de rebeldía total cuando el cantante vio que el tiempo de su show estaba por finalizar.
Mientras el público gritaba sus éxitos a todo pulmón, un músico le avisó discretamente que la pantalla cronómetro marcaba los últimos segundos de su presentación. Eduin volteó, vio el aviso, y su sonrisa cómplice lo dijo todo: la travesura venía en camino.
“Espera, espera… ¿cuánto cuesta una pantalla de estas?”, preguntó con un tono entre broma y advertencia, mientras sus fans ya aplaudían la locura que se venía. Su hermano Jhonny Caz intentó detenerlo con un “¡hey, perro no!”, pero el público ya estaba de lado de Eduin.
Entre risas y gritos de “¡rómpela!”, el cantante tomó una botella gigantesca de licor y sin pensarlo dos veces, la aventó directo a la pantalla, que explotó en un instante y terminó desplomándose. El lugar se volvió un carnaval de emoción y euforia.
“¡Ya se me acabó el tiempo! ¡Aquí nos vamos hasta que amanezca, Bogotá!”, gritó mientras retomaba la música… aunque no duró demasiado porque la producción decidió cortar el sonido en seco, apagando el fiestón de un golpe y dejando al público con ganas de más.
Y aunque el gesto del vocalista pudo verse como arrogancia, los colombianos lo celebraron como el acto más firme de la noche:
“¡Que regresen y esta vez los dejen tocar hasta el amanecer!”,
“Nos quedaron debiendo el final”,
“El mejor show de mi vida”.
Eduin lo volvió a hacer: rompió la pantalla, rompió las reglas… y aun así se ganó el corazón de Colombia. Porque si no hay caos… ¿es realmente un concierto de Grupo Firme?
