Gerardo Ortiz esquiva la cárcel, enfrenta rumores y sale declarando: “Si hubo mentiras, no fueron mías”

Comparte en:

Gerardo Ortiz volvió a acaparar reflectores al presentarse ante una corte en Estados Unidos, donde finalmente recibió una sentencia que muchos no esperaban: tres años bajo vigilancia, pero ni un solo día tras las rejas. El cantante de corridos, rodeado de cámaras apenas puso un pie fuera del edificio, no evadió a la prensa y decidió hablar, aunque con un rostro que mezclaba alivio y cansancio.

Lo primero que hizo fue voltear hacia su público, que ha seguido cada revés del caso. Con tono serio, Ortiz ofreció disculpas por el revuelo legal que ha acompañado su nombre y, sin perder oportunidad, lanzó el anuncio que llevaba guardado: su nuevo álbum, “El Ejemplar”, sale mañana. Un movimiento estratégico que deja claro que, incluso con supervisión judicial, no piensa renunciar al escenario.

Pero el verdadero impacto llegó cuando fue cuestionado sobre las versiones que lo relacionan con actividades ilegales. Ortiz no se dobló. Con firmeza aseguró que varias de las historias que han circulado son simples inventos, y sostuvo que su presencia en un evento en Aguascalientes —mencionado repetidamente en señalamientos mediáticos— está más que comprobada con fotos, videos y testigos.

“Se han dicho barbaridades… pero lo que pasó ese día todos lo vieron. No hay nada que ocultar”, comentó, dejando el mensaje abierto a interpretación.

La jueza Maame Ewusi Frimpong determinó la sentencia tras un acuerdo entre la defensa y la fiscalía, indicando que Ortiz deberá reportarse regularmente, mantenerse alejado de cualquier conducta ilícita y, si se requiere, asistir a programas de rehabilitación. Este periodo, más que un castigo, funciona como una lupa legal sobre el músico después de que en febrero de 2024 aceptó cargos de conspiración para violar la Ley Kingpin, la misma que prohíbe vínculos comerciales con capos incluidos en la lista negra del Departamento del Tesoro.

El caso apunta a un concierto realizado en México en 2018, señalado como posible vía para operaciones de lavado vinculadas al Cártel Jalisco Nueva Generación. Nada ha sido probado más allá de la aceptación del cargo técnico, pero la sombra sigue ahí… aunque Ortiz insiste en que no hay más que aclarar.

Ahora, con su libertad condicionada y el lanzamiento de “El Ejemplar”, Gerardo Ortiz entra en una etapa en la que tendrá que demostrar —ante la ley y ante su público— si esta historia termina como tropiezo, resurgimiento… o un escándalo más por estallar.