Gloria Trevi volvió a colocarse en el centro del huracán mediático y, como ya es tradición, no hizo absolutamente nada por evitarlo. Luego de días generando expectativa con un misterioso anuncio programado para el 2 de diciembre —casualmente en el mismo momento en que Sergio Andrade reapareció con nuevo proyecto musical—, la cantante convocó a la prensa para algo que prometía ser explosivo. Y sí, explotó… pero no como esperaban los reporteros.
Mientras en redes sociales crecía el rumor del posible reencuentro con viejos escándalos, especialmente tras versiones sobre una supuesta reapertura de su caso por irregularidades en la defensa legal de aquella época, Trevi decidió enfrentar los reflectores. O bueno… eso parecía.
La cita llegó. Los medios acudieron, cámaras listas, micrófonos arriba y reporteros conectados hasta por Zoom. Trevi entró, posó, sonrió, dejó que las cámaras hicieran su trabajo… y entonces soltó la “gran noticia”:
solo dará un concierto en Los Ángeles el 28 de febrero de 2026 en el BMO Stadium.
Nada más. Ni documental, ni aclaración, ni bomba mediática. Un concierto. Punto.
Pero lo verdaderamente viral vino después.
Justo cuando todos esperaban la ansiada ronda de preguntas —preguntas que claramente no quería escuchar—, la cantante tomó el micrófono… y se marchó sin decir una palabra más. Ni un “permítanme”, ni un “gracias”, ni un “ahí se ven”. Nada. Abandono total. Los reporteros se quedaron viendo la puerta como si fuese una escena de comedia absurda.
Trevi, eso sí, aprovechó su breve aparición para recalcar que 2026 no tendrá gira en Estados Unidos, porque estará metida de lleno en música nueva. Pero prometió que este único show será “una pachanga descomunal”, donde quiere celebrar de todo:
San Valentín, la amistad, cumpleaños, no cumpleaños, la vida y hasta la latinidad.
En sus palabras:
“Vamos a terminar guarapetos. Mucha energía, mucha pasión… y sorpresas que no les voy a contar”.
Además, insistió en que levantar la bandera latina con orgullo es parte central del show. Y entre guiños, risas y frases como “quiero que la gente diga: ¡Wow! ¡Oh! ¡My God! ¡Cabrón!”, dejó claro que su concierto apunta a ser un megaevento… aunque todo el drama alrededor haya opacado el anuncio.
Al final, más que un comunicado formal, la conferencia de prensa se convirtió en un episodio más de la novela eterna entre Gloria Trevi, su pasado, la prensa y la expectativa que la rodea.
