Redacción
Europa.- Con fuertes críticas y escepticismo por parte de los países europeos,
fue recibida la propuesta de Donald Trump de “apoderarse” de Gaza y desplazar a 1.8 millones de palestinos para convertir el devastado enclave en la “Riviera de Oriente Medio”, advirtiéndose incluso que la idea atentaría contra la solución de los dos Estados.
Así lo declaró Annalena Baerbock, ministra alemana de Asuntos Exteriores, quien dijo “una expulsión de la población civil palestina de Gaza no sólo sería inaceptable y contraria al derecho internacional. También provocaría nuevos sufrimientos y nuevos odios”, y agregó: “No debe haber ninguna solución por encima de los palestinos”.
Por su parte Francia emitió un rechazo inequívoco del plan de Trump, diciendo que la transferencia forzada de la población palestina para permitir la supervisión estadounidense “constituiría una grave violación del derecho internacional, un ataque a las aspiraciones legítimas de los palestinos y también un obstáculo importante para la solución de dos Estados”.
Por su parte España e Irlanda, dos países que el año pasado reconocieron el Estado de Palestina, manifestaron su oposición a la inesperada propuesta, que trastoca décadas de política exterior estadounidense, no se anunciaron detalles concretos, cómo la financiación y la logística, aunque ‘The Wall Street Journal’ ha informado de que Trump tuvo la idea en los últimos días.
En tanto que en una sesión de preguntas y respuestas en la Cámara de los Comunes, el primer ministro británico, Keir Starmer, expresó sus reservas en su primera gran ruptura pública con la Administración Trump; subrayando que a los habitantes de Gaza “se les debe permitir volver a casa. Se les debe permitir reconstruir, y debemos estar con ellos en esa reconstrucción en el camino hacia una solución de dos Estados”.
Mientras que el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, admitió que Roma estudiaría el plan de Trump, pero que el país seguía estando a favor de una solución de dos Estados, comentando que: “Me parece que en lo que respecta a la evacuación de la población civil de Gaza, la respuesta de Jordania y Egipto ha sido negativa, por lo que me parece un poco difícil (aplicar el plan)”, previamente, Trump había sugerido que Jordania y Egipto deberían estar preparados para acoger a unos dos millones de palestinos desplazados, una propuesta que ambos países han rechazado.
Al respecto el miércoles, el rey Abdullah de Jordania rechazó “cualquier intento de anexionarse tierras y desplazar a los palestinos”, y el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Badr Abdelatty, en una reunión con el primer ministro palestino, Mohammad Mustafa, pidió a la comunidad internacional que reconstruya Gaza, sin trasladar a sus residentes palestinos a otro lugar; destacando que la Comisión Europea aún no ha comentado las declaraciones de Trump.
Llamó la atención que en Países Bajos, Geert Wilders, líder del ultraderechista Partido por la Libertad, puso la nota discordante al coincidir con Trump, y es que Wilders no forma parte del Gobierno, pero su partido es la mayor fuerza de la coalición cuatripartita.
Resaltando que según los medios neerlandeses, Jordania denunció los comentarios de Wilders como una “postura racista” y el ministro de Asuntos Exteriores, Caspar Veldkamp, se vio obligado a aclarar que no representaban la política oficial del Gobierno.
Añadiendo finalmente que: “para Países Bajos, no hay ninguna duda: Gaza pertenece a los palestinos”, y concluye: “Nuestra posición es y sigue siendo la misma: Países Bajos apoya una solución de dos Estados. Eso significa un Estado palestino independiente y viable junto a un Israel seguro”.
Por cierto que esta no sería la primera vez que los europeos salen a la palestra para reprender la agenda expansionista de Trump, así como su propuesta de apoderarse de Groenlandia, la isla semiautónoma que forma parte del Reino de Dinamarca, también fue recibida con una fuerte condena.
*Con información de Euronews Español.
