Después del escándalo que protagonizó en el Aeropuerto Internacional de Tijuana, Julio Preciado decidió ponerle pausa al drama y ofrecer disculpas públicas por su comportamiento. El intérprete de “Pena tras pena”, que días atrás fue captado en un altercado con personal de Volaris, reconoció que se dejó llevar por la frustración y que su enojo terminó explotando con la persona menos indicada.
“Es mi turno de ofrecer una disculpa pública al joven del mostrador. Era el menos culpable. Yo solo pedía que llamaran a un supervisor o a un agente de la Guardia Nacional para que nos informaran bien sobre lo que pasaba”, expresó el ex vocalista de la Banda El Recodo en un video compartido en redes sociales.
El cantante explicó que su molestia no era directamente con el empleado, sino con la aerolínea, pues nadie de mayor rango salió a dar la cara ni a ofrecer una solución, lo que encendió su temperamento. “El otro se fue disque a hacer una llamada al supervisor y jamás regresó”, señaló con tono de autocrítica.
Visiblemente más tranquilo, Preciado reconoció que “es de humanos equivocarse” y que el incidente lo sobrepasó emocionalmente. “Soy artista, pero también soy humano. Me ganó la impotencia del momento”, añadió, tratando de poner punto final al tema que lo volvió tendencia.
Además, aprovechó el mensaje para aclarar por qué utiliza silla de ruedas, luego de que varios internautas comentaran su estado físico sin contexto. “Tengo una discapacidad en una de mis piernas, para quienes se preguntan por qué ando en silla de ruedas, ahí está la respuesta”, explicó.
Con este mensaje, el “Gigante de la Banda” busca cerrar el capítulo con humildad y dejar en claro que también sabe pedir perdón… aunque el Internet, como siempre, no olvida tan rápido.
