Katy Perry vuelve a dar de qué hablar, pero esta vez no por un nuevo hit ni un atrevido look, sino por un susto que hizo gritar de miedo a miles de fans en el Chase Center de San Francisco. La estrella pop, de 40 años, estuvo a segundos de besar el suelo cuando la estructura voladora en forma de mariposa —parte clave de su show— presentó una falla que la dejó tambaleándose en el aire mientras interpretaba su himno “Roar”.
Todo parecía ir viento en popa cuando la intérprete de California Gurls se elevó por encima de su público, repartiendo glamour y buena vibra. Pero el susto llegó cuando el mecanismo empezó a fallar, haciendo que Katy perdiera el equilibrio justo a mitad de la canción. Por unos segundos, miles contuvieron la respiración mientras la artista luchaba por sostenerse, saludando y animando al público como si nada pasara.
A pesar del percance, la Perry demostró que, si algo sabe, es mantener la sonrisa. Apenas recuperó la estabilidad, siguió rugiendo como toda una felina pop, aferrada a la estructura para no volver a protagonizar un “Katy Cat-ástrofe”. Terminando el concierto, con humor negro muy a su estilo, subió a Instagram una foto de su cara de susto con la leyenda: “Buenas noches, San Francisco”.
Una fuente cercana reveló a Page Six que el incidente no pasó de un pequeño golpe: “Solo hizo una pausa breve, se aseguró de estar bien y siguió cantando como si nada. Katy es imparable”, aseguró.
Este nuevo susto se suma a otro percance similar que vivió hace unas semanas en Australia, cuando una esfera metálica —también parte de su show volador— se inclinó de forma peligrosa mientras era elevada sobre el público del Adelaide Entertainment Centre. En aquella ocasión, Perry mantuvo la calma, se recostó hacia atrás y se sujetó con todo para evitar una caída que pudo haber acabado muy mal.
Mientras tanto, la vida de Katy no solo está llena de riesgos en el escenario. Su nuevo álbum Lifetimes no ha logrado el impacto que esperaba, las críticas de algunos fans no han parado y, para rematar, confirmó su separación de Orlando Bloom tras casi una década juntos.
Si algo queda claro es que, pese a caídas, tropiezos (literalmente) y corazones rotos, Katy Perry sigue demostrando que es capaz de levantar vuelo —aunque la mariposa se tambalee— y seguir rugiendo frente a miles de fans.
