¡Le quitan la nacionalidad a Daniel Elbittar por alzar la voz! El actor rompe el silencio y responde con dignidad

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Mientras el actor Daniel Elbittar celebra el estreno de la telenovela Amanecer este lunes 7 de julio, su nombre también acapara titulares por una razón mucho más delicada: el gobierno de Venezuela le revocó oficialmente la ciudadanía y su pasaporte, en un acto que muchos califican como represalia por sus posturas críticas hacia el régimen de Nicolás Maduro.

Elbittar, quien se ha convertido en una de las voces más firmes del exilio artístico venezolano, denunció la medida a través de un comunicado contundente y emotivo.

“Hoy me arrebatan mi nacionalidad, mi identidad legal como venezolano, pero jamás podrán quitarme la voz ni el amor por mi tierra. No se necesita un pasaporte para denunciar la injusticia, se necesita dignidad. Y eso, gracias a mis padres y a mi conciencia, me sobra”.

Le cancelan el pasaporte, pero no su coraje

Según organismos internacionales de derechos humanos, esta medida es una forma de castigo político para silenciar a figuras públicas que critican al gobierno. En el caso de Elbittar, se trata de un intento de apagar su voz justo cuando más eco está teniendo, tanto dentro como fuera de Venezuela.

A pesar del golpe, el actor reafirmó que seguirá utilizando sus plataformas para hablar con libertad y denunciar cualquier atropello a los derechos humanos.

“No me voy a callar. La patria no es un papel, es un sentimiento que no se puede exiliar”, declaró.

México lo abraza… y lo aplaude

Mientras su país natal le da la espalda, México le abre los brazos. Daniel Elbittar es uno de los actores más queridos del melodrama nacional, y ahora mismo brilla en el horario estelar con la nueva producción de Juan Osorio: Amanecer. En la historia, comparte créditos con Fernando Colunga, a quien interpretará como su acérrimo rival, dejando ver un lado oscuro que ha fascinado al público desde los avances promocionales.

En medio del escándalo político, Elbittar demuestra que su carrera sigue en ascenso, y que ni una dictadura puede frenar su talento… ni su voz.