El mundo del cine se viste de luto tras la muerte de Val Kilmer, actor icónico de Hollywood que marcó a toda una generación con su interpretación de Batman en Batman Forever y su papel como Jim Morrison en The Doors. Kilmer falleció a los 65 años, dejando un legado cinematográfico inolvidable.
Un talento que brilló en Hollywood
Originario de Los Ángeles, California, Val Kilmer comenzó su carrera en los años 80 con Top Secret!, una comedia de espías donde demostró su versatilidad y carisma en pantalla. Sin embargo, fue en 1991 cuando alcanzó el reconocimiento mundial al interpretar a Jim Morrison en la biopic The Doors, un papel que lo consolidó como uno de los actores más destacados de su generación.
Su popularidad se disparó aún más en 1995 cuando se enfundó el traje del Caballero de la Noche en Batman Forever, compartiendo escena con figuras como Nicole Kidman, Tommy Lee Jones y Jim Carrey. Aunque solo interpretó al superhéroe en una película, su versión de Bruce Wayne sigue siendo recordada por los fanáticos.
Su batalla contra la enfermedad
En 2014, a Kilmer le diagnosticaron cáncer de garganta, un padecimiento que lo obligó a alejarse del cine. A pesar de someterse a múltiples tratamientos y lograr superar la enfermedad, las secuelas afectaron su voz y su estado de salud en general.
El actor enfrentó años difíciles, con apariciones esporádicas en proyectos cinematográficos, como Top Gun: Maverick, donde se recurrió a tecnología especial para recrear su voz. Sin embargo, su salud continuó deteriorándose.
¿De qué murió Val Kilmer?
Mercedes Kilmer, hija del actor, confirmó que su padre falleció a causa de una grave neumonía. Aunque logró vencer el cáncer, su organismo quedó vulnerable y finalmente sucumbió a la enfermedad respiratoria.
Hasta el momento, la familia no ha dado más detalles sobre sus últimos momentos ni sobre los planes para despedirlo. Mientras tanto, sus fanáticos y colegas de la industria lamentan la pérdida de una de las figuras más emblemáticas del cine de acción y drama de los últimos tiempos.
