Después de casi dos décadas de ser el estandarte de la estabilidad en Hollywood, Nicole Kidman y Keith Urban confirman lo que muchos temían: su matrimonio llegó al final. La actriz australiana, de 58 años, y el cantante country, de 57, pusieron punto final a su historia luego de 19 años juntos, según confirmaron medios como People y TMZ.
Aunque la noticia tomó por sorpresa a sus seguidores, la realidad es que la ruptura no fue de un día para otro. Allegados a la pareja aseguran que desde el verano pasado llevaban vidas separadas: Nicole entre rodajes en Londres y Keith recorriendo Estados Unidos con su gira. La distancia, esa vieja enemiga, terminó ganando la batalla.
De acuerdo con fuentes cercanas, Kidman habría luchado hasta el último momento por salvar su matrimonio. “No quería la separación, intentó mantenerlo a flote”, revelaron a TMZ. Incluso, mientras Urban ya buscaba casa nueva en Nashville, ella seguía empeñada en sostener la familia junto a sus hijas Sunday Rose, de 17, y Faith Margaret, de 14.
La actriz ya había levantado sospechas en junio cuando solicitó residencia en Portugal sin incluir a Urban en los documentos oficiales. En ese entonces, se justificó por “problemas de agenda”, pero hoy parece más un capítulo del quiebre. Y aunque el 25 de junio subió un romántico post en Instagram celebrando su aniversario número 18, la foto en blanco y negro resultó ser más despedida que festejo.

Otro episodio que encendió alarmas fue cuando Keith abandonó una entrevista al ser cuestionado por las escenas románticas de Nicole con Zac Efron en A Family Affair. El momento corrió como pólvora en medios, aunque ninguno quiso dar explicaciones.
Hoy, la ganadora del Oscar se refugia en su familia. Su hermana Antonia y sus hijas se han convertido en su sostén mientras ella continúa con su carrera y busca darle estabilidad a su hogar. Urban, por su parte, ya dejó la casa familiar y se instaló en otra propiedad en Nashville.
Aunque ninguno ha hablado de un proceso de divorcio formal, todo apunta a que este es el final definitivo de una de las parejas más queridas del espectáculo. El “cuento de hadas” que conquistó a Hollywood terminó, y como en cualquier guion de película, el público se queda con la pregunta: ¿qué pasó realmente detrás de esa sonrisa perfecta?
