Por sus migrantes indocumentados, Los Ángeles alzó la voz

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Redacción
EEUU.- Una ola de redadas masivas en contra de inmigrantes indocumentados por parte del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en la segunda mayor ciudad de Estados Unidos, Los Ángeles, ha detonado desde hace cinco días, una sociedad civil indignada que protesta en las calles contra la política migratoria del Gobierno de Donald Trump; manifestaciones, que hasta ahora los observadores definen como mayoritariamente pacíficas.
Es de llamar la atención que según explica Ariel Ruiz Soto, analista político sénior del Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés), de los 13.7 millones de personas indocumentadas en el país norteamericano, 11.6 millones nacieron en América Latina, lo que equivale a un 84 por ciento de toda la población migrante irregular en Estados Unidos.
Inmigrantes arraigados en California
“California es el estado con la mayor población de indocumentados, y en el área metropolitana de Los Ángeles reside casi un millón de inmigrantes indocumentados”, especifica el experto en declaraciones a DW.
Estas personas llevan décadas viviendo en el área, y tienen hijos, nietos y bisnietos nacidos en Estados Unidos, observa al respecto el Dr. Ernesto Casteñeda, director del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos (CLALS) de la American University, en Washington.
“Uno de cada cinco habitantes es indocumentado o tiene un familiar que lo es. Además, poco más de una tercera parte (35,4 por ciento) de la ciudad angelina nació en el extranjero, y muchos de ellos son solidarios y entienden que si la gente no tiene papeles migratorios no es porque no quiera, sino porque no puede tener acceso a los procesos para obtenerlos”, aclara el académico, profesor de Sociología.
Asimismo, más de la mitad de la población con papeles irregulares en Los Ángeles es originaria de México y lleva unos 15 años en el país, destaca, por su parte, Maureen Meyer, vicepresidenta para Programas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
“Miedo” e “incertidumbre”
Entre la comunidad de indocumentados de Los Ángeles reinan el “miedo” y la “incertidumbre”, asegura la experta en derechos humanos, y agrega que, con el actual Gobierno de Trump, agentes del ICE están haciendo redadas en lugares que antes eran considerados “seguros”, como cortes, escuelas y hospitales.
Muchas de las redadas masivas de la semana pasada se llevaron a cabo en lugares de trabajo, como fábricas de ropa o restaurantes, o en zonas donde jornaleros buscan ser contratados para trabajar en la agricultura o la construcción.
“La gente siente que nadie, que no sea documentado, está a salvo en el país”, dice Meyer. No obstante, prosigue, hay migrantes que no tienen otra opción que seguir buscando trabajo informal, pese a los riesgos de ser detenidos.
“Por otro lado, justamente por la historia de Los Ángeles, una ciudad, una zona migrante, hay muchas organizaciones que están apoyando a la población indocumentada”, agrega la vicepresidenta para Programas de WOLA.
Militares contra la migración ilegal
Si bien los arrestos y las deportaciones no son nuevos en California, las tácticas y la visibilidad de las operaciones han “cambiado drásticamente el panorama para los inmigrantes indocumentados. La participación de agentes federales y unidades militares ha endurecido más las confrontaciones entre inmigrantes y el ICE”, sostiene Ariel Ruiz, del MPI.
En un intento por sofocar las protestas antigubernamentales, el Gobierno en Washington ha ordenado el envío de 700 marines y 4.000 miembros de la Guardia Nacional a Los Ángeles, pese al rechazo del Gobernador de California.
“Por lo pronto, la fuerza armada y los marinos no han sido parte de ninguna redada y hasta ahora esa no es la meta. Están resguardando edificios federales en Los Ángeles, donde el ICE tiene oficinas o donde han llevado a los inmigrantes detenidos, a los cuales no se les ha permitido ver a familiares o hablar con un abogado, en su mayoría”, explica el Dr. Casteñeda, en entrevista con DW.
Sin embargo, agrega, en algunos casos las redadas del ICE han recibido apoyo de “personal que trabaja para el FBI, la DEA, el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, entre otros”.
En opinión de Maureen Meyer, “el despliegue masivo de agentes federales militares para enfrentar las protestas es algo inédito en el país. Es uno de muchos esfuerzos de Trump por desplegar a los militares para tareas migratorias, sobre todo en la zona fronteriza, y expandir su uso mucho más allá de su tarea tradicional”.
“Lo novedoso para mí”, añade, por su parte, Castañeda, “es que los ciudadanos de Los Ángeles, la mayoría de la población, se están oponiendo pública y visiblemente contra estas redadas y las políticas federales que no ven como un tema de seguridad pública, sino como un programa para aterrorizar a minorías y un proyecto supremacista”.

*Información de DW.