“Prefiero morir en un escenario que en una cama” — El último acto de Kepa Amuchastegui, leyenda de “Betty, la fea”

Comparte en:

El mundo del espectáculo latinoamericano se queda sin uno de sus grandes. El querido actor colombiano Kepa Amuchastegui, quien dio vida a Don Roberto Mendoza, padre de Armando en “Yo soy Betty, la fea”, falleció a los 84 años tras una dura batalla contra el cáncer de vejiga.

Su muerte se confirmó este 27 de mayo a las 11:11 p.m., a través de un emotivo comunicado en redes sociales:

“Se nos fue con un respiro lento y sereno esta bellísima persona.”

 El anuncio que estremeció a sus fans

Solo semanas antes, en abril, el propio actor reveló que padecía cáncer. Lo hizo con la sinceridad que lo caracterizaba: a través de un video donde explicó que había notado un sangrado en la orina y acudió al médico. Lo que parecía algo menor se transformó en una noticia devastadora.

El diagnóstico fue claro: tenía cáncer en la vejiga. Y para empeorar el panorama, los estudios revelaron que solo tenía un riñón funcionando.

“Me dijeron que debía presentarme en urgencias. El 28 de diciembre me operaron.”

 Cuando la esperanza se rompió

Al principio, tras la primera cirugía, todo apuntaba a que el tumor había sido removido con éxito. Pero la tranquilidad duró poco: la biopsia reveló que el cáncer era más agresivo de lo que parecía, ya había invadido una de las paredes de la vejiga y había causado obstrucciones graves.

Los médicos le ofrecieron varias opciones: una operación para remover la vejiga y la próstata, sesiones de quimioterapia o radioterapia. Kepa fue claro con su respuesta:

“Mi único riñón no soportaría los químicos. Prefiero morir encima de un escenario, que ha sido lo mío toda la vida, a estar postrado en una cama cualquiera.”

 Las consecuencias físicas… y su valiente decisión

Tras dos intervenciones quirúrgicas, su cuerpo quedó debilitado y con problemas de movilidad. Le colocaron un catéter conectado a una bolsa externa, lo que marcó un cambio drástico en su calidad de vida.

A pesar de todo, el actor nunca dejó de comunicarse con sus seguidores, ni de mostrar esa dignidad y pasión por su arte que lo acompañó hasta el final.

 El adiós a una voz, un rostro y una leyenda

Kepa no solo fue parte de una de las telenovelas más icónicas del mundo, también dejó huella en el teatro, el cine y la televisión colombiana. Su partida representa el fin de una era, pero también la muestra de cómo se puede enfrentar la muerte con dignidad, inteligencia y coraje.

Su legado va más allá de “Betty, la fea”. Fue un artista completo, un hombre íntegro y un ejemplo de amor por el escenario hasta su último suspiro.