Por primera vez en su historia, Premios Juventud dejó Miami para encender la fiesta en Panamá, y vaya que lo hizo a lo grande. La edición 2025 se convirtió en una celebración épica de la música latina, llena de momentos inesperados, artistas ausentes que hicieron ruido y un claro mensaje: el género mexicano está más fuerte que nunca.
El gran ganador de la noche fue Bad Bunny, quien se llevó tres estatuillas, entre ellas Mejor Canción Urbana con DTMP y Mejor Álbum Urbano por Debí tirar más fotos. Curiosamente, el Conejo Malo no se presentó en el escenario panameño, pero su nombre retumbó como si hubiera estado ahí.


Quienes sí pusieron el corazón sobre el escenario fueron los colombianos de Morat, que también conquistaron tres premios, incluyendo Grupo o Dúo Favorito del Año, Mejor Álbum Pop (Ya es mañana) y Mejor Canción Pop/Rock junto a Camilo. Entre abrazos y sonrisas, la banda agradeció “la sorpresa de un sueño que se volvió realidad”.
La reina absoluta de la noche fue Karol G, coronada como Artista del Año, aunque tampoco pisó la alfombra roja. Aun con su ausencia, la Bichota reafirmó que su dominio en la música latina es incuestionable.

Mientras tanto, la música mexicana se llevó una ovación de pie. Carin León brilló con dos premios: Mejor Canción de Música Mexicana por El amor de mi herida y *Mejor Álbum de Música Mexicana con Boca Chueca Vol.1. Las jóvenes promesas Majo Aguilar y Alex Fernández hicieron historia al ganar Mejor Canción Mariachi/Música Mexicana con Cuéntame, mientras que Grupo Firme encendió la noche con Mejor Canción Banda gracias a El beneficio de la duda.
La velada también tuvo espacio para mensajes de conciencia. Myke Towers y el legendario Carlos Vives fueron distinguidos como Agentes de Cambio, reconociendo su labor para inspirar a las nuevas generaciones. Towers habló de “guiar a la juventud por el camino correcto”, mientras Vives recordó que su misión siempre ha sido “honrar la música de sus raíces y el amor por su tierra”.
Este 2025, Premios Juventud sorprendió con ocho categorías nuevas, como Mejor Canción Música Mexicana Alternativa y Afrobeat Latino del Año, reflejando la diversidad y la evolución de los sonidos que hoy marcan tendencia.
Entre ausencias notables, discursos emotivos y un desfile de talento latino, Panamá vivió una noche que confirma lo que todos sospechábamos: la música latina no tiene fronteras y la mexicana está en su momento más poderoso.
