¿Quién es la Máscara?” desenmascara a Los Mascabrothers y “La Granja VIP” sacrifica a Sandra Itzel

Comparte en:

La noche del domingo se convirtió en un combo explosivo de emociones en la televisión mexicana. Mientras “¿Quién es la Máscara?” dejó al público con la boca abierta al revelar a Los Mascabrothers bajo sus coloridos disfraces, en “La Granja VIP” las estrategias y traiciones hicieron de las suyas, dejando fuera a Sandra Itzel tras una semana que pareció sacada de una telenovela.

En el escenario lleno de luces y misterio de ¿Quién es la Máscara?, los investigadores Carlos Rivera, Anahí, Ana Brenda y Juanpa Zurita se enfrentaron a decisiones que ni un vidente habría querido tomar. Primero, el público decidió salvar a Carro-Ñero, dejando en riesgo a Mini Chang y María Ovina. Pero cuando todo apuntaba a un adiós para el pequeño changuito, Carlos Rivera apretó el botón de salvación y rescató a Mini Chang, enviando directamente a María Ovina a la eliminación.

La verdadera sorpresa llegó con el duelo entre Sonaja, Chupón y Bebé, donde tras una votación reñida, los eliminados resultaron ser nada más y nada menos que Freddy y Germán Ortega, los inconfundibles Mascabrothers. 

El público no lo podía creer y los investigadores se quedaron fríos. Juanpa Zurita incluso rompió el personaje para dedicarles unas palabras de admiración, mientras los hermanos Ortega agradecían conmovidos, demostrando que hasta detrás de una botarga, el talento no se disfraza. 

Pero mientras en el foro de Televisa caían máscaras, en Azteca los granjeros VIP vivían su propio culebrón. 

En una semana marcada por los “legados” y las traiciones de último minuto, Eleazar Gómez volvió a quedar nominado (gracias al recuerdo que le dejó Carolina Ross), Lis Vega perdió un duelo y Sandra Itzel fue enviada directo a la placa por votación. Sin embargo, cuando todo parecía definido, el “Viernes de Traición” volteó la historia: Alberto del Río usó su poder para salvar a Lis y lanzó al ruedo a Alfredo Adame, dejando a Sandra sin margen de maniobra.

La actriz y cantante, recordada por su papel de “Chabelita” en Carita de Ángel y su paso por El Señor de los Cielos, tomó su eliminación con clase y una dosis de ironía:

“Tal vez querían ver el mundo arder”, dijo al despedirse, entre risas y filosofía rural.

Así, entre botargas tristes y granjeros traicionados, la noche televisiva demostró que los reality shows no descansan ni los domingos. Porque en la guerra del rating, hasta la máscara más bonita y el corazón más noble pueden terminar… en la eliminación.