El escándalo que sacudió la imagen del astro puertorriqueño Ricky Martin ha llegado a su fin… al menos en los tribunales. Después de casi dos años de dimes, diretes y acusaciones tan delicadas como explosivas, el cantante y su sobrino Denis Yadiel Sánchez decidieron ponerle punto final a la batalla legal que protagonizaron y que puso a la familia Martin en el ojo del huracán.
Todo comenzó en 2022, cuando Denis Yadiel, sobrino del intérprete de “Livin’ la Vida Loca”, lo acusó de violencia doméstica y abuso, asegurando que mantuvieron una relación de siete meses. Según el joven, tras cortar todo vínculo, Ricky comenzó a acosarlo con llamadas y apariciones no deseadas, lo que llevó a un juez a emitir una orden de restricción. El escándalo fue tan grande que, aunque Yadiel terminó retirando la acusación, el daño ya estaba hecho.
Ricky no se quedó de brazos cruzados: lo contrademandó por 30 millones de euros, alegando que su carrera había sufrido pérdidas millonarias a raíz de las falsas acusaciones. Sin embargo, en una inesperada vuelta de tuerca, su sobrino volvió a demandarlo por 10 millones de dólares, ahora por presunta “conducta sexual no consensuada”.
Pero el drama legal ya tiene cierre oficial. Según medios locales como El Vocero, el pasado 7 de abril el juez Arnaldo Castro Callejo emitió una sentencia que desestima tanto la demanda de Ricky como la contrademanda de Denis Yadiel. ¿El motivo? Ambas partes habrían llegado a un acuerdo privado para terminar con el pleito legal sin más enfrentamientos, sin pagos de honorarios, sin gastos de abogados y, sobre todo, sin más titulares escandalosos… por ahora.
Eso sí, el tribunal mantendrá jurisdicción para garantizar que el acuerdo se cumpla, lo que deja una puerta abierta en caso de que alguna de las partes decida romper las reglas.
Con esto, Ricky Martin busca recuperar su imagen y retomar su carrera sin el peso de un escándalo que le costó más que contratos millonarios: casi su reputación.
