Frida Fonseca Quezada
Aguascalientes, Ags.- Un contundente llamado a la honestidad y responsabilidad en el Poder Judicial, lanzó el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Emanuelle Sánchez Nájera.
Ello al ser interrogado sobre el actuar de las recién nombradas personas juzgadoras en la entidad y luego de que a nivel nacional ya ha habido quienes dejaron la encomienda, de lo que dijo: “Es lamentable ver cómo muchos de los que llegaron… de pronto ya se dieron cuenta de la magnitud de las cosas que tenían que hacer, y en ese sentido han preferido hacerse a un lado”.
Siendo de resaltar que el diputado perredista considera que esta es la opción más responsable y moral, ya que aquellos que no poseen las capacidades necesarias para administrar justicia no deben mantenerse en un puesto crucial; de ahí que ha instado a los jueces, particularmente a los de nueva designación, a que dimitan si no se sienten capaces de llevar a cabo sus funciones, en lugar de perjudicar el sistema de justicia.
Sánchez Nájera se mostró especialmente crítico con los jueces federales que, según él, llegaron a sus cargos como parte de una “ola de acordeones”, y ante lo que el legislador no dudó en ser directo en su mensaje: “Me parece que la invitación sería a que todos aquellos que se sientan incapaces de seguir en esta carrera judicial, pues hagan lo mismo y no le hagan más daño al sistema judicial”.
Siendo el argumento que es preferible asumir la propia incapacidad de manera legítima y legal, renunciando al cargo, que intentar “demostrar” algo para lo que no están preparados.
Reconoció la preocupación de que una ola de renuncias genere un vacío en el sistema, toda vez que Sánchez Nájera reconoció que las listas para suplir a los jueces son “finitas”, subrayando que de entre los posibles problemas, la dimisión de un juez incompetente es el “menor de los males”.
Y por lo cual el diputado sugiere que la Cámara de Diputados Federal deberá encontrar un nuevo método para suplir las vacantes, ya sea inventando un nuevo proceso o convocando a una elección, resaltando que la permanencia de un juez que “no se asume con la capacidad” es un riesgo mayor para la justicia que la búsqueda de nuevos candidatos; y culminó: “No era simplemente una cosa de levantemos la mano”, subrayando la seriedad y la preparación que demanda el cargo de personas juzgadoras.