Arnold Schwarzenegger, actor, exgobernador de California y uno de los inmigrantes más célebres de Estados Unidos, acaba de meterse en terreno pantanoso tras lanzar declaraciones que han causado indignación, aplausos y mucho ruido en redes. Durante una entrevista en el programa The View, el también exfisicoculturista afirmó que los migrantes que entran ilegalmente al país son “poco inteligentes” y que deben “comportarse”, ya que son “invitados” en la nación.
Sí, así como lo leyó: poco inteligentes. Palabras que han encendido el debate y polarizado a la opinión pública.
De héroe migrante… ¿a verdugo?
En la charla, Schwarzenegger relató su historia personal como inmigrante: llegó desde Austria en los años 60 con apenas 21 años, persiguiendo el sueño americano, y aseguró sentirse eternamente agradecido con EE.UU. por las oportunidades que le brindó. Sin embargo, el giro vino cuando fue cuestionado sobre las redadas migratorias implementadas en la era Trump y el papel del ICE. Fue entonces cuando soltó la bomba:
“Este es el mejor país del mundo. Lo mínimo que podemos hacer es actuar legalmente. Si migras de forma ilegal y haces cosas indebidas, no estás siendo inteligente.”
Y como si eso no bastara, remató con una comparación que no cayó bien en ciertos sectores:
“Los migrantes somos invitados aquí. Si me están dando oportunidades, lo justo es que me comporte como se debe. Hay que dar algo a cambio.”
Las redes… al rojo vivo
Las reacciones no tardaron en explotar. Mientras unos aplaudieron su postura legalista, otros lo tacharon de clasista, insensible y desconectado de la realidad de millones de personas que cruzan fronteras por necesidad, no por gusto.
Activistas migrantes y figuras del medio señalaron que sus palabras invisibilizan el contexto que obliga a muchas personas a migrar de forma irregular: pobreza, violencia, corrupción o falta de oportunidades en sus países de origen.
¿Mensaje de responsabilidad o retórica peligrosa?
Aunque Arnold trató de matizar su opinión con frases como “hay que respetar al país que te recibe”, muchos consideraron que su enfoque era más propio de un político de derecha dura que del ícono inspirador que muchos conocían. Su llamado a la legalidad fue visto por algunos como una forma de estigmatizar a una comunidad entera bajo el paraguas de “portarse bien”.
Lo cierto es que las declaraciones de Schwarzenegger vuelven a poner sobre la mesa el eterno debate sobre migración, legalidad, integración… y cómo una mala elección de palabras puede incendiar la conversación pública.
Porque sí, puedes ser un “invitado” en una casa… pero cuando esa casa es un país forjado por migrantes, el discurso cambia. Y esta vez, el Terminator fue él mismo quien activó la autodestrucción.
