Wendy Guevara, la reina de Las Perdidas, vive días de auténtica pesadilla. La influencer más polémica de México no solo fue asaltada junto a Paolita Suárez y Vanessa Vázquez “Labios 4K”, sino que ahora enfrenta amenazas directas y la posible filtración de fotos y videos íntimos que tenía guardados en su celular.
Todo empezó a principios de julio, cuando Wendy y sus inseparables amigas viajaban de la Ciudad de México a León, Guanajuato. Según revelaron en una transmisión en vivo, unos sujetos aprovecharon que iban con los vidrios abajo y distraídas para robarles celulares, dinero y dejarlas con tremendo susto.
Pero el terror no terminó ahí. Tras el atraco, los delincuentes contactaron a Wendy y la amenazaron con exhibir contenido privado. Lejos de quedarse de brazos cruzados, la ganadora de la primera edición de La Casa de los Famosos México decidió blindarse: contrató seguridad personal para protegerse durante su estancia en la capital.
“La gente mala no se tienta el corazón (…) Uno tiene en su galería fotitos, videitos… ya saben. Yo soy puerquita, me grabo con uno, con otro… así pasa. Si lo sacan, pues disfrútenlo. No tengo miserias, solo cosas buenas”, soltó sin filtro durante una entrevista recuperada por Qué buen chisme.
Amenazas, miedo y la sombra de un nuevo reality
El miedo se intensificó porque Wendy no estará poco tiempo en la CDMX. Tras arrasar en la edición pasada de LCDLF México, ahora regresa como conductora de la nueva temporada, por lo que su exposición será todavía mayor. Por eso, tanto ella como Paola y Vanessa decidieron moverse escoltadas para evitar otro susto.
“Han hablado con mis amigas esas personas y pues no quisiera tocar mucho ese tema, porque la gente es bien mala. Aquí en Ciudad de México estoy con seguridad y vamos a tener a personas que nos cuiden y todo eso”, explicó Wendy, quien, fiel a su estilo, prefirió darle la vuelta al drama con su característico humor sin pudor.
En redes sociales, miles de seguidores mostraron su apoyo, pero también encendieron las alarmas sobre la violencia y la vulnerabilidad que enfrentan las figuras públicas cuando su privacidad cae en manos equivocadas.
Por ahora, Wendy promete seguir trabajando, grabando y, como siempre, diciendo las cosas de frente. ¿Y si se filtran los videos? Ella misma lo dijo: “Pues que lo disfruten”.
