Una noche de música, fiesta y merengue terminó en horror cuando el techo de la famosa discoteca Jet Set, en Santo Domingo, colapsó repentinamente mientras el cantante Rubby Pérez se encontraba en el escenario. El desplome ocurrió a las 00:44 de la madrugada del 8 de abril, justo cuando el ambiente estaba en su punto más alto.
La tragedia dejó, hasta el momento, un saldo desgarrador de 27 muertos y 134 heridos, según informó el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez. Las cifras podrían aumentar, ya que se teme que haya más personas atrapadas bajo los escombros.
“Aún se escuchan voces pidiendo ayuda”, declaró Méndez, visiblemente consternado, al señalar que las labores de rescate continúan sin descanso. “No estamos contando cuerpos, estamos escuchando. Mientras haya esperanza de vida, vamos a seguir excavando”, sentenció.
Videos captados por asistentes muestran el estremecedor momento en el que el techo de la discoteca se viene abajo, interrumpiendo bruscamente el espectáculo. Gritos, confusión y caos llenaron el lugar que, minutos antes, vibraba con la energía del merengue.
Más de 200 rescatistas, junto con 150 ambulancias, bomberos, policías, personal de Defensa Civil y unidades del 9-1-1, trabajan a marchas forzadas para remover los escombros de uno de los centros nocturnos más icónicos de la capital dominicana.
La discoteca Jet Set es famosa por sus eventos de los lunes, donde suelen presentarse artistas populares y acuden figuras del entretenimiento y la política local. Hoy, su escenario se convirtió en una zona de desastre que ha dejado al país en shock.
El cantante Rubby Pérez, quien milagrosamente fue encontrado con vida, aún no ha ofrecido declaraciones, pero su aparición entre los escombros vivos ha sido considerada un milagro por testigos.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del derrumbe, mientras que el país entero guarda luto y clama por respuestas.
De noche de rumba a noche de horror. La música se apagó… y el dolor quedó resonando.
