La cocina más famosa de México volvió a arder este domingo 15 de junio, pero no solo por los fogones: MasterChef Celebrity vivió una jornada de emociones intensas, reencuentros entrañables y un inesperado adiós que dejó a más de un fan con el corazón partido. Rafa Polinesio, uno de los participantes más queridos —y de los pocos representantes millennial— fue eliminado tras un reto que lo enfrentó a verdaderos pesos pesados de la cuchara.
La emisión número 12 arrancó con un giro conmovedor: los famosos recibieron a un integrante de su familia para ayudarlos en el primer reto. Las lágrimas se mezclaron con los ingredientes, y el amor se convirtió en un condimento más dentro de cada platillo. Carlos Quirarte, con el apoyo de su hermana Monse, se llevó la gloria del día y ganó el codiciado pin del chef.
Para el reto de salvación, la cocina se dividió en dos equipos, y como si no fuera suficiente presión, algunos ex participantes regresaron para tomar el rol de jueces: Iram Mendiola, Memo Ríos, Isaías Espinosa y Lylo se pusieron el mandil de la crítica y no se guardaron nada.
El equipo formado por Dani, Leslie, Herly y Andrea logró subir al balcón, garantizando su permanencia una semana más y dejando a cuatro valientes en la cuerda floja: Bárbara Torres, Ofelia Medina, Plutarco Haza y Rafa Polinesio.
El reto de eliminación fue tan sabroso como emocional: cada uno debía preparar un caldo inspirado en una receta familiar. Bárbara apostó por un chilpachole veracruzano, Ofelia presentó una clásica sopa de tortilla, Plutarco cocinó una sopa tarasca, y Rafa preparó un puchero de res con el sazón de su hogar.
Las críticas fueron suaves, los elogios abundaron… pero alguien tenía que irse. Bárbara y Ofelia fueron las primeras en subir al balcón, dejando a Plutarco y Rafa con el corazón latiendo a mil por hora. Al final, los jueces se basaron en cuestiones técnicas para tomar una decisión difícil, y determinaron que el puchero de Rafa, aunque entrañable, fue el platillo “menos bueno” de la noche.
Así, entre abrazos, lágrimas y aplausos sinceros, Rafa Polinesio colgó el mandil y se despidió de la competencia, dejando claro que no hace falta ganar para conquistar el cariño del público.
Una cucharada más y quizás la historia hubiera sido otra.
