Redacción
Ecuador.- Todo listo en Ecuador para que casi 14 millones de ciudadanos elijan presidente este domingo en una segunda vuelta electoral; vale mencionar que el viernes comenzó la veda de campaña y por un momento en ese país se habló de las inundaciones que afectan las provincias de la costa o el anuncio de que el próximo jueves será feriado por la Semana Santa.
Es de mencionar que la tensión electoral es palpable, ya que el presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, decretó este sábado el estado de excepción en 12 provincias del país y en Quito, la capital, por 60 días como respuesta a la violencia, que está disparada.
Previo los comicios, regirá el toque de queda entre las diez de la noche y las cinco de la mañana, aunque el decreto aclara que se permitirán manifestaciones pacíficas.
Por su parte la candidata de la izquierda, Luisa González, denunció además en sus redes sociales que Noboa le retiró sin aviso la custodia, y dijo: “Alerto al país sobre el irresponsable acto del Gobierno al relevar a mi equipo de seguridad de las Fuerzas Armadas, poniendo en riesgo mi vida y la de mi familia”, horas después, el ministerio de Defensa dijo en un comunicado que la cantidad de militares que cuidan de la candidata, 58 en total, no había sido cambiada.
Cabe comentar que el estado de excepción y la denuncia de González, apadrinada por el expresidente Rafael Correa, período 2007-2017, toca una de las fibras más sensibles de la campaña.
Por cierto que Ecuador se ha convertido en menos de cuatro años en el país más violento de América Latina, con una tasa de homicidios de 38 cada 100 mil habitantes en 2024, destacando que a decir de, coordinador del programa de Investigación, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador, Luis Carlos Córdova-Alarcón, y dijo: “Enero fue el peor mes en toda la historia de Ecuador, con 832 asesinatos; y febrero,el segundo peor”, a lo que añadió: “Si esta tendencia se mantiene, podríamos alcanzar este año la mayor tasa del mundo, con 48 homicidios cada 100.000 personas”.
Es sabido que la violencia es hoy la principal preocupación de los ecuatorianos, por encima de los problemas económicos e incluso la corrupción, y a decir de dice Córdova-Alarcón: “No solo se mata más, sino a más personas al mismo tiempo. La última masacre fue en un barrio periférico de Guayaquil, con 23 personas. Eso no había ocurrido jamás en Ecuador”.
Por cierto que en la memoria colectiva de los ecuatorianos aún está muy presente el asesinato del candidato Fernando Villavicencio durante la campaña de 2023, elección convocada para completar el mandato fallido de Guillermo Lasso, terminó con un triunfo de Noboa sobre González.
González ofrece: más educación y mejoras económicas para los jóvenes que hoy sienten que no tienen futuro y caen en las redes de narcotráfico, mientras el año pasado, 120 mil adolescentes dejaron sus estudios; y durante los últimos días de campaña, sin embargo, pareció endurecer su discurso ya que habló, por ejemplo, de la necesidad de expulsar a los migrantes venezolanos que cometan delitos, lo cual fue un esfuerzo evidente por captar el voto de los indecisos, que rondan el 20%, según los últimos sondeos.
Cabe mencionar que la pelea de este domingo será voto a voto, todas las encuestas arrojan diferencias menores a tres puntos, compatibles con el error estadístico; en la primera vuelta celebrada en febrero, Noboa le sacó menos de 17 mil votos a González y las previsiones para el domingo muestran un escenario similar.
La campaña de Noboa se ha basado en agitar el miedo a un regreso “al pasado”, es decir, a los años de Correa, con referencias a Venezuela y Cuba como el modelo a evitar; el politólogo y consultor, Jacobo García, dijo: “El problema es que esos ataques van perdiendo efecto, porque ya son ocho años en que la derecha dice que vamos hacia Venezuela. El país ha retrocedido mucho y el miedo a perder algo tiene cada vez menos impacto en la campaña”.
En tanto que González buscó la diferencia con una mirada en el futuro, de modo que su fuerte está entre los más jóvenes, aquellos que no vivieron el correísmo, pero no la tiene fácil: los menores de 35 años que se consideran progresistas no tragan el perfil ultracatólico de la candidata y su bandera antiabortista.
Finalmente se menciona que Correa ha sido también un problema para González, que necesita el apoyo de su mentor, pero no demasiado; el expresidente vive exiliado en Bélgica desde 2020, cuando fue sentenciado a ocho años de prisión por cargos de corrupción que, según él, son una persecución política.
Y su participación en las campañas de Revolución Ciudadana, su partido, han disminuido desde 2021, cuando solía aparecer en redes sociales con videos de apoyo a su candidato de entonces, Andrés Arauz; en esta ocasión se ha limitado a dar algunas entrevistas, no siempre inocentes. Sus críticas a la dolarización de la economía, que precedió a su Gobierno, y un apoyo explícito al venezolano Nicolás Maduro no le hicieron un favor a González; y el efecto de sus palabras podría ser decisivo este domingo.
*Con información de El País.